Uno de los comportamientos que mejores resultados arroja en términos del alcance de metas a corto, mediano y largo plazo, es el establecimiento de buenos hábitos. En lo que respecta a la natación, estos hábitos son los que nos permiten alcanzar mejores niveles de rendimiento como nadadores y los que nos guían en dirección a un buen desempeño en los entrenamientos y en las competiciones.
A los nadadores les gustaría imaginar que los hábitos que desarrollan durante sus entrenamientos viven en una realidad diferente que aquellos que son necesarios para lograr un buen desempeño en las competiciones. Desafortunadamente, para aquellos que hospedan ese tipo de pensamientos, no es así. Si de manera consistente entrenas con una técnica deficiente, tu cerebro aprenderá que esa es la norma y repetirá en la competición los mismos malos hábitos que has forjado en la práctica.
Conoce los 5 hábitos que al ponerlos en práctica te ayudarán a convertirte en un mejor nadador.
5 hábitos para ser un mejor nadador
1. Establece metas diarias
Nada afecta tu concentración más rápidamente que realizar tus rutinas de preparación sin una meta a la cual apuntar. En el deporte o en tu vida personal, debes establecer metas claras para lo que deseas alcanzar, de lo contrario estarás pasando por la vida, y por ende por el deporte, por simple inercia.Al establecer metas claras, tangibles y con fecha límite, te mantendrás enfocado en ese objetivo que tanto anhelas. Si no has escuchado del método SMART para establecer tus metas, es hora que lo estudies. Este método le dará claridad y propósito a tus sesiones de entrenamientos diarias.
2. Nada con la mejor técnica posible durante las series de baja velocidad
Este es tal vez el error más significativo que la mayoría de los nadadores comete. Después de un largo y exigente entrenamiento, cuando finalmente llega el momento de aflojar, muchos nadadores permiten que su técnica se deteriore sin ponerle mucha atención a este hecho. Es en ese mismo instante, cuando te sientes abatido por el peso del entrenamiento, que debes mantener la técnica perfecta.Te preguntarás, ¿por qué es esto? Simplemente porque ese es el momento durante el entrenamiento que más se asemeja a la porción del cierre de una carrera de natación; momento en que la técnica se deteriora y la fatiga extrema empieza a ejercer su efecto sobre los grupos musculares del nadador.
3. Comprométete a dar un poco más
La manera más sencilla de mantenerte estancado es siempre haciendo lo mismo, sin explorar nuevas formas como mejorar tu natación. Para desprenderte de ese comportamiento, sobrepasar a tus competidores y lograr resultados que todos se preguntarán “¿cómo lo hizo?”, debes dar un poco más.Cada día, durante tus entrenamientos, elige un aspecto en el que te vas a concentrar, dando un 10% más de lo normal. No es necesario que te obsesiones sobre el hecho o que realices un entrenamiento por separado enfocado en ese aspecto. Haz de esta práctica una rutina y rápidamente se convertirá en algo habitual, resultando en un desempeño futuro extraordinario.
4. Haz un esfuerzo consciente de limitar los pensamientos negativos
Es tal vez uno de los comportamientos humanos más difíciles de controlar. Muchas veces nos levantamos para encontrarnos con situaciones negativas desde que abrimos nuestros ojos para iniciar el día. ¿Cuántas veces te has levantado para escuchar que no eres merecedor del éxito, o que no eres capaz de alcanzar todas tus metas o que sufres de escasez de talento? Lo lamentable es que no es otra persona que nos dirige estos fuertes comentarios; nos los decimos a nosotros mismos.No permitas que este tipo de pensamientos entren en tu mente. Crea un hábito consciente de darte cuenta cuando empieces a pensar pensamientos negativos y, de inmediato, detenlos, borrándolos de tu memoria.
Ningún campeón de natación ha permitido que los pensamientos negativos afecten su desempeño en los momentos más importantes de una carrera. Siempre se elevan por encima de la marea, frecuentemente logrando sus objetivos.
5. Saca tiempo para evaluarte a ti mismo
A veces logras un desempeño que no estabas esperando; un desempeño extraordinario. Ese momento se convierte en una epifanía y te preguntas ¿qué fue lo que hice que logre este resultado? ¿Qué habrá sido lo que me permitió romper límites que antes pensaba eran inquebrantables? No sé si a vosotros os ha sucedido, pero en lo personal, a través de mi experiencia como atleta, he vivido varios episodios como este.¿No sería genial si pudiéramos identificar exactamente cuál de los aspectos de nuestra preparación fue el que ejecutamos correctamente? Tal vez fue que logramos un descanso óptimo, o habrá sido que nuestra ingesta alimenticia estuvo compuesta por alimentos con alto poder energético.
A veces no podemos identificarlo, así que solo nos queda sistematizar nuestro comportamiento para que este sistema se convierta en hábitos que sí nos garanticen un rendimiento sostenible durante nuestra permanencia en este bello deporte de la natación.