Los deportistas son conscientes de que mantener una larga vida deportiva depende de varios factores: una nutrición adecuada, un buen descanso, una hidratación correcta y una atención pormenorizada al cuidado de las articulaciones, es decir, una estrategia de entrenamiento completa y detallada.
Hidratación
Es importante saber que las pérdidas de líquido interno, son necesarias para producir un enfriamiento en la piel mediante la evaporación de sudor. Aproximadamente el 80% de la energía producida para la contracción muscular se libera en forma de calor en el organismo, y debe eliminarse rápidamente para no provocar un aumento de la temperatura corporal por encima de un nivel crítico. El mecanismo de la sudoración al mismo tiempo que “enfría” el cuerpo, provoca una importante pérdida de líquidos.La deshidratación progresiva durante el ejercicio es frecuente en los deportistas porque no ingieren suficientes fluidos para reponer las pérdidas producidas. Esta deshidratación provoca una disminución del rendimiento físico, un aumento del riesgo de lesiones y pone en riesgo la salud del deportista.
La deshidratación afecta al rendimiento deportivo porque:
- Disminuye la obtención de energía aeróbica por el músculo
- El ácido láctico no puede ser transportado lejos del músculo
- Disminuye la fuerza
- Pérdida del 2%: descenso de la capacidad termorreguladora
- Pérdida del 3%: disminución de la resistencia al ejercicio, calambres, mareos, aumento del riesgo de sufrir lipotimias e incremento de la temperatura corporal hasta 38 grados.
- Pérdida del 4-6%: disminución de la fuerza muscular, contracturas, cefaleas y aumento de la temperatura corporal hasta 39 grados.
- Pérdida del 7-8%: contracturas graves, agotamiento, parestesias, posible fallo orgánico, golpe de calor.
- Pérdida mayor de una 10%: comporta un serio riesgo vital.
Nutrición articular
La pérdida de agua durante estos esfuerzos físicos es conocida por todos los deportistas y la recuperación de este peso en agua y minerales, se compensa a lo largo de las 24 horas siguientes. Esta variación en el metabolismo hídrico del cuerpo normalmente es conocido y está bien interiorizado por los deportistas. Saben que deben rehidratarse rápidamente tras un esfuerzo físico potente.
Pero no sucede lo mismo en otros aspectos de su salud, que se ven directamente afectados por el deporte. Tal es el caso de las articulaciones. Un atleta habitual en competiciones de larga distancia, sufre tendinopatías derivadas de la intensidad de la práctica deportiva y el impacto al que es sometido el cartílago, ya que se produce un desgaste acelerado. Si esta situación de desgaste es constante y la articulación no se nutre, es probable que el deportista sufra artrosis antes de los 50 años.
Los deportistas profesionales incluyen en sus estrategias deportivas el cuidado de las articulaciones, saben que si estas, por un sobreesfuerzo, superan su capacidad de adaptación se degradan rápidamente lo que puede obligar a parar la actividad deportiva. Por este motivo es tan importante nutrir la articulación con mucopolisacaridos, ya que permitirán al cartílago mantener su elasticidad y lubricación.
Fuente: Triatlón Web.